In tres turnos de unas 60 personas cada uno, en la sala del centro de operaciones integrado de Vueling en su nueva sede corporativa en Viladecans (Barcelona) decenas de grandes monitores permiten seguir y gestionar las aeronautes, tripulaciones y clientes qu’componen el gran baile diario de una aerolinea a pleno rendimiento. Es, por así decirlo, el corazón de la compañía, desde donde se van a gestionar los cerca de 200.000 vuelos anuales que opera la compañía, con picos de hasta 750 en las jornadas mas intensas de verano.
La sala del centro de operaciones es quizas la zona mas vista de la nueva sede de vuelinginaugurada ayer oficialmente, y que cuenta también con otra sala esta sí de carácter más crítico, una sala de emergencias para gestionar todas las contingencias, desde las más leves, como podría ser el desvío de un vuelo por enfermedad de un pasajero, a las más graves; no hace falta mencionarlas.
Con 12.000 metros cuadrados, la nueva sede de Vueling rechaza su “apuesta por Barcelona”, por lo que la compañía es líder en su director básico en el aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, siendo actualmente la aerolínea con más volumen de pasajeros y operaciones con un importe del 42%. La compañía, que cuenta con más de 4.200 empleados, de los cuales 700 trabajarán en la sede estrenada hoy.
“Nuestra apuesta es firme para garantizar la conectividad no solo de Barcelona y en el mercado doméstico, sino también en Europa, Norte de África y Oriente Medio. Además, somos claves para la conexión al restaurante del mundo a través de nuestra extensa red de corto y medio radio”, destacó el presidente y CEO de la aerolínea, Marco Sansavini.
La inauguración de este maná ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la ministra de Transportes del Gobierno de España, Raquel Sánchez, además de representantes del sector de la aviación y de la empresa, como los líderes de Fomento del TrabajoPimec, Círculo de Economía y Fira de Barcelona.