Spain has side el segundo país europeo después de Italia que más ha incrementado el gasto público a lo largo de esa especie de ‘tour de force’ qu’ha significado el encadenamiento de la pandemia, la shock energético y la guerra en Ucrania y el que mas ha incrementado su deuda publica en verano. Así lo señalan los datos de cierre del ejercicio fiscal de 2022 publicados este viernes por la agencia estadística europea Eurostat.
Lo que dicen las cifras es que en el lapso temporal que para 2019 de 2022 el Reino de España ha incrementado su deuda pública desde el 98,2% del PIB hasta el 113,2% en que cerró el año pasado, después además de una caída histórica de cerca de cinco puntos a lo largo de 2022; y que el gasto público en porcentaje del PIB pasó en ese mismo periodo del 42,3% al 47,8%, 5,5 puntos más. Sólo Italia, que ha elevado su ratio de gasto público sobre PIB en más de ocho puntos en estos años se sitúa por encima.
Esta intensificación del gas público se ha producido en un contexto en el que la mayoría de los países europeos han utilizado este presupuesto primero para proteger a los ciudadanos de la pandemia y posteriormente para amortiguar el impacto del choque energético, pero los datos de Eurostat revelan que esa gestión ha tenido consecuencias bien diferentes sur les desbalances tax de unos países y otros.
Italia, por ejemplo, ha advertido su deuda pública en diez puntos, pese a ser el país donde más se ha incrementado el gasto público sobre PIB. Francia se ha actualizado de forma muy similar a España y se ha incrementado tanto en la ratio de gas sobre PIB como en la deuda pública, pero en niveles ligeramente más cautelosos. Y Alemania ha actuado también en una sintonía similar, con la diferencia respecto a España, Francia o Italia de que sus niveles de déficit y deuda pública de partida eran mucho más bajos y les han permitido maniobrar sin comprometer su estabilidad fiscal.
En conjunto, en la UE-27 el gas público sobre PIB ha aumentado en 3,2 puntos (5,5 puntos en España), la escritura pública ha pasado del 77,7% al 84% del PIB (menos de la mitad que en España) y el desequilibrio de las cuentas públicas ha pasado del 0,5% al 3,4% (en España está en el 4,8%).
La singularidad del caso español es que aparece, además, como uno de los países en que más se ha incrementado la cuenta de ingresos que mientras en el conjunto de la UE y la zona euro apenas ha avanzado un punto sobre PIB en España ha pasado del 39,2% a 43%, unas cuatro veces más.
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