Pero, ¿dónde se han ido los turistas chinos? Este es el gran signo de interrogación para los buques insignia de la industria hotelera, el turismo y Groupe ADP (antes Aéroports de Paris). En una carta, revelada por Los ecostraducido a Emmanuel Macron, 30 de marzoantes de la visita del Presidente de la República a China, Augustin de Romanet, CEO de Groupe ADP, Sébastien Bazin (CEO de Accor), Nicolas Houzé (Gerente General de Galeries Lafayette) y Henri Giscard d’Estaing (CEO de Club Med) está preocupado por la ausencia prolongada de turistas del Reino Medio, mientras que las fronteras han estado abiertas de par en par durante casi cinco meses.
En la práctica, no son tanto los turistas chinos como su prodigalidad lo que lamentan estos grandes mecenas. En 2019, el último año antes del Covid-19, los 2,2 millones de turistas de China, o solo el 3% de las estadías, representaron el 7,5% de los ingresos de la industria turística. En total, ese año aportaron más de 3.000 millones de euros a la economía francesa, incluidos 1.000 millones solo para París, su destino preferido.
Para Groupe ADP, el golpe es rudo. Antes de la pandemia, la cesta media de un turista chino en sus comercios alcanzaba los 150 euros, frente a los 22 o 23 euros, de media, del resto de viajeros. Un camino alimentado por “no menos de 90 vuelos semanales, [qui] unió los dos países en 2019, convirtiendo a París en la mejor ciudad europea [connectée] a China continental » y que permitió a Francia “posicionarse como la principal puerta de entrada a Europa” Turistas chinos, recordaron los mandatarios en su misiva a Emmanuel Macron. Una carta ha quedado sin respuesta hasta el momento, según nuestra información.
Un 20% de coste adicional para Air France
A la salida del Covid-19 y tras el estallido de la guerra en Ucrania, el Gobierno abordó la renegociación de un tratado bilateral firmado en 2017 entre Francia y China. Para el gobierno y Air France, el acuerdo, negociado por la Dirección General de Aviación Civil, es demasiado “desequilibrado”. Planeaba permitir que las empresas chinas realicen 128 vuelos por semana a Francia, en comparación con los 50 por semana antes de Covid-19. Imposible para Air France, ahora la única compañía francesa en volar a China tras la quiebra de Aigle Azur, asegurar un ritmo idéntico.
Sobre todo, Air France, al igual que otras compañías europeas, ya no puede volar sobre Rusia para llegar a China. Los vuelos prolongados de dos a tres horas tienen un costo adicional del 20%, lo que provoca una “distorsión de la competencia”, dice un amigo cercano de la empresa. Por el contrario, los aviones chinos que vuelan sobre Rusia toman una ruta más directa.
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