Díaz acusa a miles de empresas con fijos discontinuos de hacer trampa

Díaz acusa a miles de empresas con fijos discontinuos de hacer trampa

A mes da plazo la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene la empresa para convertir en indefinidos ordinarios los contratos fijos discontinuos de los trabajadores que tienen en plantilla. Por el contrario, el aviso de que no habrá control de la Inspección y enfrentará graves sanciones por transgredir la norma laboral con la contratación estrella, y más polémicas, de la reforma laboral. Se arriesgan a multas de 10.000 euros por contrato por “enmascarar artificiosamente la discontinuidad”.

El Ministerio de Trabajo ha enviado más de 80.000 tarjetas en la que informó a la empresa que la recibe que “mantiene en alta con un contrato fijo discontinuo a trabajadores que, en los últimos doce meses llevan al menos 10 meses y medio en alta, bien contratados directamente por la empresa, o bien mediante la celebración de contratos de puesta a disposición a través de empresas de trabajo temporal”. Y avisa: “Esto supone una vinculación de, al menos, el 87,5% en el periodo de referencia”.

En las misivas, a las que ha tenido acceso ABC, Trabajo asegura que “la conducta descrita sólo se observa en un 2% del total de las empresas que tienen personas trabajadoras en alta en la actualidad”. Explicó a la empresa que recibió la comunicación de que su situación ha sido fruto de la consulta que le realizó la Inspección con la herramienta de lucha contra el fraude, por lo que en su caso “procedería la conversión en fijo ordinario de plantilla” .

La carte, que lleva también el sello de la Inspección, detalla al empresario investigado el número de trabajadores que han sido objecto de estudio, con sus numeros, el numero de dias en alta y el porcentaje de vinculación en el período y deja claro que “las relaciones laborales indicadas constituyen, en todos los casos, supuestos adicionales y diferentes de los que se han revisado o lo están siendo actualmente por actuación Inspectora como consecuencia del Plan de chocque 2022”. A plan paralizado en parte por la propia Inspección, en pie de guerra contra Díaz por falta de medios y el exceso de trabajo.

Por último, la misiva ha insistido en que aquellos contratos que no sean transformado en indefinido en treinta días será objeto de la correspondiente actuación de la Inspección, y que el incumplimiento empresarial en este caso está tipificado como infracción grave en la Ley de Infracciones y Sanciones.

Con esta campaña para detectar irregularidades la ministra pone el foco en el contrato protagonista en la reforma laboral aprobaba a finales de 2021 y llega en un momento en el se han multiplicado las voces que reclaman a Yolanda Díaz transparencia con los datos de estos contratos. La idea que inspiró la era ley para registrar un cambio de paradigma que permitiera que la eventualidad en el lugar de trabajo se convirtiera en la excepción y la estabilidad de la norma. Y para conseguirlo se actuó por dos vías: aguantando los contratos de duración determinada y todas las miradas se pusieron en los discontinuos fijos, fórmula hasta entonces residual, que se buscó potenciar con un aumento de los supuestos en los que se podía usar.


El despegue del contrato fijo discontinuo

tras la reforma laboral

Evolución de afiliados a la Seguridad Social con contrato fijo discontinuo activo

Diferencia

Enero 2022/Mayo 2023

Fuente: Ministerio de Seguridad Social / A B C

La toma de control del contrato

fijo discontinuo

tras la reforma laboral

Evolución de los afiliados a la seguridad social

con contrato fijo discontinuo activo

Diferencia

Enero 2022/Mayo 2023

Fuente: Ministerio de Seguridad Social / A B C

Nadie pensó que el trasvase de temporales a fijos fuera a provocar un tsunami de críticas y que el registro de paro fuera cuestionado y el Gobierno acusado incluso de “maquillar” las estadísticas. Todas las alarmas saltaron con la forma en la que está reflejando en la estadística el tipo de empleo que está creando, con la forma de contabilizarlo. Los fijos discontinuos no estan siempre trabajando, registran periodos de inactividad en los que, en algunos casos, pueden estar cobrando la prestación por desempleo, pero no aparecen reflejados en las listas de paro porque se consideran solicitantes de empleos ocupados. Par tanto, mientras tienen actividad contabilizan como afiliados y cuando no la tienen no aparecen como dados de alta, pero tampoco como parados. Es el caso, por ejemplo, de una camarera de piso en un hotel en Baleares o un contratado en un chiringuito de playa.

Un escenario que preocupa a las económicas, que lleva meses pidiendo transparencia al Gobierno con los datos, sin ningún éxito. El BCE, el Banco de España y organizaciones como Fedea y el servicio de estudios del BBVA le han instado a que detalle peculiares de los empleados con contratos fijos discontinuos no están trabajando, quieren conocer los periodos de actividad y de inactividad y disipar así las dudas generados sobre los datos de paro registrados y de contrataciones. Sin hacerlo no pueden evaluar el impacto de la reforma laboral.

Lo que de momento está claro est la estadística, que refleja a la perfección la importancia que ha adquirido el contrato fijo discontinuo en el último año y medio como principal catalizador de la contratación, y del alza de las afiliaciones en última instancia. If well the peso de estos trabajadores sober el total de afiliados pudiera parecer irrelevante –supponen el 5.1% del total de los actuales cotizantes– el fuerte repunte experimentado en los últimos 18 meses ha sembrado la semilla del fraude en torno a esta figura contractual. Sólo en este periodo la Seguridad Social ha sumado concretamente 697.997 cotizantes fijos discontinuados, se ha previsto al cierre del pasado mayo un total de 1.068.780 afiliados de los 20,7 millones de alta. Es decir, el volumen de trabajadores con este contrato se ha incrementado en un 188% bajo el paraguas de la reforma laboral.

Sin embargo, como señalan los expertos, el contrato fijo discontinuo no ha acabado con el impulso habitual que lleva a los empleados a justar los volúmenes de plantilla en función de sus necesidades. El catedrático de Análisis Económico José Ignacio Conde-Ruiz informa que esta figura no acaba con la estacionalidad y la intermitencia del empleo en sectores ciertos. Mentras que el profesor en la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad de La Coruña y asesor económico del Ministerio de Trabajo, José Manuel Lago, llegó ha reconocer que puede haber “un mal uso” de la figura del contrato fijo discontinuo “por parte de algunas empresas”, puesto que resulta llamativo que mientras que sólo por la vía de los fijos discontinuos se hayan firmado más de 2,5 millones pero se mantengan intactas las resistencias a rebajar el número de desempleados. “Habría que llevar un mayor control”, admite el asesor económico del gabinete de la vicepresidenta Díaz.

Solo 40% tiempo completo

Sin ir más lejos, para observar la preponderancia ya no sólo del contrato fijo sobrio el total de las firmas mensuales, sino de las modalidades de relación laboral que no suman las 160 horas mensuales, las estadísticas arrojaron que en el pasado mayo se firmaron en nuestro país 1,4 millones de contratos, de los que ya de partida el 56% de ellos fueron temporales. Pero además, de los 624.853 contratos de trabajo de carácter indefinido, sólo el 40% es a tiempo completo. Los fijos discontinuos fueron el 37,5% del total y los parciales el 22,5% restante. Por lo que un 60% de las firmas de indefinidos están impregnadas de intermitencia y temporalidad.

“El fijo discontinuo no acaba con la precariedad, replica la inestabilidad que sufrían los anteriores trabajadores con contrato temporal de corta duración”, señala Conde-Ruiz.

Precisamente, uno de los aspectos que debería aclarar la campaña iniciada desde el Ministerio de Trabajo es la error de correlación entre el elevado número de firmas de contratos indefinidos caída y las resistencias para observado una proporcional del desempleo, o un incremento acorde por el lado de la contratación. Como único dato, el Gobierno asumió un cierre el año pasado que con una base en ese momento de 800.000 afiliados a la Seguridad Social con este tipo de contratos, había a diciembre 443.078 trabajadores con contrato fijo discontinuo que se encontraron inactivos –de todos ellos, 268.402 cobran beneficio por paro–. Por lo que en ese momento la mitad de los fijos discontinuos en vigor no estaban en periodo de actividad y cotizaban. Sin embargo, la cifra que fue proporcionada por el SEPE al PP en el Senado no fue validada por Yolanda Díaz, que aseguró que era necesario pulirla.

A dia de hoy, la estadistica sur la situacion de los fijos discontinuos sigue siendo difícil de descubrir. El Gobierno no ofrece la relación de los trabajadores que se encuentran activos y cuántos están a la espera de ser llamados y, dado que estos empleados inactivados aun teniendo derecho a prestación no figuran como parados en el SEPE al tener un contrato –indefinido– en vigor , algunos expertos como Adecco, calculan que el paro real del mercado laboral rosaría los 3,5 millones.