Son cuatro parlamentarios que se han citado, el martes 2 de mayo, en un café cercano a la Asamblea Nacional, para lanzar un llamamiento transpartidista. “Queremos luchar contra el tsunami de la desaparición de viviendas en favor de sitios turísticos, que son mucho más lucrativosexplica el diputado (Europa Ecologie-Les Verts, EELV) de París Julien Bayou. en el 3mi distrito de la capital, designé, ayer [le 1er mai] 2.600 ofertas de alquiler turístico y solo 55 ofertas de alquiler clásico. »
“Las personas que trabajan en la isla de Oléron ya no pueden vivir allí. Y el problema, que atañe al litoral, se convierte en “retrolitoral”. Esto plantea grandes problemas de atractivo, para atraer médicos, ejecutivos, trabajadores del sector turístico…”abunda Christophe Plassard, diputado (Horizons) de Charente-Maritime, que forma parte de la mayoría presidencial.
La misma observación en los Pirineos Atlánticos, donde se eligen los dos últimos iniciadores de la convocatoria, el senador (Les Républicains, LR) Max Brisson y el diputado (socialista) Inaki Echaniz, quien dice: “A falta de encontrar algo más, el personal de enfermería acepta arrendamientos de movilidad [qui ne peuvent excéder dix mois d’affilée], luego duermen en su automóvil en el verano para que el propietario alquile su alojamiento muy caro a los turistas. La explosión de los alquileres de temporada crea también, por efecto dominó, problemas de movilidad para quienes trabajan en Bayona y deben encontrar alojamiento a 1 hora y 30 minutos en coche, sin transporte público. »
Los parlamentarios proponen siete medidas contra “la multiplicación desmesurada de estos alquileres turísticos, por efecto de plataformas digitales como Airbnb, Abritel o Booking”. E instando a los funcionarios electos de todos los bandos y de todos los territorios interesados a firmar su llamamiento en la página Enmarquemos el mobiliario turístico..
Reducción del número de pernoctaciones
Su medida más emblemática consistió en eliminar el nicho fiscal del que seguían beneficiándose los alojamientos turísticos amueblados, los alojamientos rurales y las residencias en estaciones de esquí.
Los cuatro parlamentarios también recomiendan reducir el número de noches autorizadas para el alquiler de la vivienda principal a 90, en lugar de las 120 actuales, y en adelante someter las residencias secundarias a esta duración máxima de 90 noches -solo se mantendrían alquilables los locales comerciales sin límite de tiempo-. También quieren prohibir el alquiler de temporada, salvo en zonas de montaña, de los peores tamices térmicos (clasificados G+), ya prohibido el alquiler convencional desde enero.
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