Las autoridades sanitarias mundiales dieron carpetazo a la pesadilla del Covid-19 a comienzos del pasado mes de mayo declarando el fin de la emergencia internacional tras más de tres años de impacto pandémico con 765 millones de diagnósticos y unos 20 millones de muertes en el mundo, según estimaciones de la OMS. Apenas cuatro meses después, un sublinaje de una nueva subvariante de Ómicron, (EG5) apodado extraoficialmente como ‘Eris’, vuelve a prender la luz de alerta en aquellos países, entre ellos España, donde las cifras de infecciones han aumentado notablemente en las últimas semanas, lo que ha obligado a la vuelta a las mascarillas en algunos hospitales.
En Cataluña y en la Comunidad Valenciana los contagios han crecido exponencialmente desde junio, alcanzado cifras comparables a las peores marcas de 2022, y algunos hospitales recomiendan ya oficialmente el uso de esta protección en las zonas con pacientes más sensibles y también a los visitantes. Lo hacen como cortafuegos ante una nueva ola pandémica que, aunque no «es motivo de alarma para la población debido a la sintomatología leve que causa, sí puede impactar en las personas más vulnerables», advierten los expertos.
Epidemiólogos consultados por ABC llaman a la calma y aseguran que el impacto de esta nueva modalidad del virus en la salud es leve, pero piden extremar la prudencia y ven bien la recomendación de algunos centros sanitarios de recuperar la mascarilla para evitar la propagación de los contagios. En el Clínic de Barcelona, uno de los de referencia de Cataluña, el uso de la prenda es ‘recomendable’ desde el pasado viernes para los visitantes en las áreas de urgencias, en la UCI y también para aquellos profesionales del centro que han estado en contacto con algún familiar que haya contraído la infección, según señalan a este diario fuentes del hospital. «Es una recomendación no una obligación, y hemos llegado a ella tras consultarlo con el departamento de Salud de la Generalitat», añaden los citados portavoces.
En Cataluña, la incidencia de esta nueva cara del virus empezó a acusarse en agosto. A comienzos de mes las cifras de contagios y de ingresos hospitalarios por Covid acumulaban en esta comunidad cuatro semanas de crecimiento y se situaban en niveles registrados en invierno. Según las cifras centralizadas por el departamento de Salud de la Generalitat, consultadas por este diario, entre la semana del 24 al 30 de julio se diagnosticaron en Cataluña un total de 4.644 casos y entre el 7 y el 13 de agosto ascendieron hasta casi 6.000 (5.961), alcanzando así el dato semanal más elevado desde mediados de diciembre del año pasado.
La cifra de personas con Covid-19 ingresadas en camas convencionales siguió esta última semana en tendencia ascendente con 453 hospitalizaciones, 13 más que en la semana anterior. Por lo que respecta a UCIs, la situación no es preocupante (la cifra se mantiene en 13 desde hace semanas) pese a que la mayoría de afectados son personas mayores con patología asociada y «más propensas a descompensaciones de patologías basales», según indican a ABC fuentes del departamento de Salud.
«No hay motivos de preocupación»
Las mismas fuentes precisan también que ‘Eris’ «no es una variante del virus sino un sublinaje de una subvariante (XBB.1) de la variante Ómicron« y que «no hay motivos de preocupación ni de alarma por la actual situación del Covid».
Recuerdan, asimismo, que cuando se suprimió el uso de la mascarilla, el departamento ya extendió a los centros catalanes unas recomendaciones de uso del cubrebocas en las zonas con pacientes más vulnerables como las urgencias y las UCIs. «Lo que ha hecho ahora el Hospital Clínic como centro sanitario es incidir en una recomendación que ya era vigente», apuntan. Sin embargo, pese a serlo, ningún centro hasta ahora la había activado de una forma tan contundente.
El epidemiólogo Antoni Trilla, del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, asegura en declaraciones a este diario que no hay motivos de alarma para la población por el actual aumento de casos de Covid, aunque recuerda que «tal como ya ha precisado la OMS al declararla variante de interés, hay que estar muy atentos a ella». «La clave es estar vigilantes ante esta nueva situación epidemiológica», precisa el experto.
Recuerda que pese al aumento de casos, que «probablemente irá a más en los próximos días, en los que ‘Eris’ ganará terreno entre los virus circulantes, no debemos olvidar que la cifra de contagios es bastante inferior a la registrada en las mismas fechas del año pasado». Trilla aprueba el uso de mascarillas para proteger a la población más vulnerable y recuerda que la vuelta a esta medida de protección era «una opción que tenían los centros si variaba la situación epidemiológica».
Desde el Hospital de Sant Pau de Barcelona indican a este diario que, en base a las recomendaciones generales que extendió a los centros la Generalitat, desde el pasado 5 de julio en que el Gobierno decretó el fin de la emergencia por Covid-19 , el uso de la mascarilla es recomendable en algunas áreas en las que se atiende a pacientes vulnerables como el Servicio de Urgencias, las áreas de Hemato-oncología, Neumología y Enfermedades Infecciosas, Pediatría, o las áreas de Críticos, entre otras.
En la Comunidad Valenciana, donde los contagios se duplicaron desde junio, algunos hospitales como el Doctor Peset han acordado «como medida temporal» el uso de cubrebocas en los servicios más sensibles a la infección (Urgencias, UCIs, Oncologia, Reanimación). La medida la adoptó la dirección del hospital hace una semana y ahora se suma el Hospital General de Valencia. La consejería valenciana subrayan que pese a estas medidas preventivas el aumento de las infecciones no es preocupante.
Febrícula, cefalea o mal estado general son algunos síntomas que aparecen con esta nueva subvariante de la infección. Los especialistas recomiendan que ante la aparición de cuadros con esta sintomatología se practique un test de antígenos, para «evitar propagar la enfermedad». Según datos facilitados por Iqvia -multinacional estadounidense que presta servicios para las industrias de tecnología de información de salud e investigación clínica-, la venta de test de antígenos en farmacias se ha disparado en algunas comunidades como Cantabria y Navarra donde ha aumentado por encima de un 600 por ciento. En la Comunidad Valenciana y Cataluña las ventas de test han aumentado un 286 y un 215 por ciento respectivamente.
Pese a que la vuelta a la mascarilla es una medida preventiva de carácter opcional, la OMS ha declarado la nueva subvariante como como una variante de interés, y está solicitando a los países que refuercen la vigilancia a medida que los casos crecen a nivel mundial.