todo incluido a la carta para adultos, cenas con música electrónica y estrellas Michelin

todo incluido a la carta para adultos, cenas con música electrónica y estrellas Michelin

Las Islas Baleares tienen una propuesta gastronómica para cada viajero. El del fiestero, por ejemplo, que vibra al ritmo del lujo y la música tecno –con complejos como Ushuaïa, en Ibiza y con cinco restaurantes en su interior, incluido el japonés Minami, justo detrás del escenario del hotel–. Y el de otros que buscan la paz que ofrece un concepto exclusivo en auge: el agroturismo. Hoteles y restaurantes ubicados en fincas del interior en el que la gastronomía es un fuerte atractivo.

Especialmente en puntos de la isla como Sant Antoni de Portmany donde, además de sus aguas tranquilas y poco profundas, se dan cita todo tipo de experiencias. Una de las más diferenciadoras en términos turísticos fue la apertura del TRS Ibiza Hotel, el único todo incluido de lujo para adultos de la isla. El complejo, el primero de este tipo en Europa bajo el sello de Palladium Hotels Group, incluye como uno de sus principales alicientes dos restaurantes a la carta en su interior.

Está muy cerca de cala Graciò y cala Gracioneta, con un espectacular atardecer sobre el Mediterráneo al que rinde principalmente culto la oferta gastronómica de su restaurante Helios. Con una carta que va cambiando según el mercado, los huéspedes de este cinco estrellas pueden disfrutar de una corta pero completa oferta de arroces, pescados y bocados frescos.


El hotel TRS Ibiza está en Sant Antoni de Portmany y es el único todo incluido de lujo con cocina a la carta

El segundo de sus restaurantes está dedicado a las carnes, especialmente a la tradición argentina de la parrilla: El Gaucho. El tercero, más ecléctico y variado, se centra en satisfacer el gusto internacional de sus clientes –la mayoría extranjeros– con bocados de todo el mundo en una suerte de buffet en el que la cocina llega a través de ‘show cooking’. Se llama Capricho y en él también se sirven los desayunos cada mañana.

Servicio ‘dine out’ por toda la isla

El lujo asociado a este tipo de experiencias –con un servicio aún más exclusivo denominado The Signature Level, con precios para dos personas que rondan los 6.000 euros semanales– incluye recorrer otros puntos calientes de la isla pitiusa en términos gastronómicos. Por ejemplo, con propuestas como su ‘dine out’ con el que la mayordomía del hotel gestiona la reserva y el traslado a otros restaurantes de la isla, incluido el estrella Michelin Etxeko.


Sala de Etxeko con vistas al mar, desde el Bless Hotel de Ibiza

Bajo la dirección gastronómica de Martín Berasategui –contribuyendo a sumar una de las doce distinciones con las que cuenta el donostiarra en la guía francesa–, su cocina está ejecutada por el joven chef Paco Budia. Etxeko, en el Bless Hotel Ibiza, es uno de los tres restaurantes de la isla que cuentan con un macaron –el primero en lograrlo fue Es Tragón, en Sant Antoni de Portmany, bajo la batuta de otro joven chef, Álvaro Sanz; y el segundo, La Gaia, cocina ‘mediterránea-kaiseki’ del chef Óscar Molina en Ibiza–.

A esta reinterpretación de la gastronomía vasca con el protagonismo de los productos de la isla, se suman otras propuestas más desenfadadas. Entre ellas las citadas de Ushuaïa Ibiza Beach Hotel. En este macrocomplejo de ocio –para esos viajeros que buscan fiesta sin renunciar al lujo– se dan cita cinco restaurantes bajo la dirección gastronómica de Ismael Fernández Muñoz y los chefs ejecutivos de cada uno de los espacios –y la colaboración puntual de otros reconocidos cocineros como, por ejemplo, el mexicano Roberto Ruiz con platos en la carta de The Beach, uno de ellos–.


Nigiri de gamba roja con caviar Oscietra de Minami, en Ushuaïa Ibiza

La informalidad es la tónica de estos restaurantes, entre los que destaca Minami. Está especializado en sushi, con una gran variedad de tipos y otros platos pensados para compartir a la mesa. Un lugar en el que las materias primas y los alimentos más sibaritas –ostras, caviar Oscietra, cangrejo real o trufa, entre otros– se armonizan con una no menos suntuaria bodega con referencias internacionales que puede elevar las cuentas a miles de euros si se desea. Además, como aliciente para muchos en las noches ibicencas, cuenta con vistas privilegiadas a la parte posterior del escenario principal de la discoteca al aire libre de Ushuaïa, abierta cada día hasta las 23 horas.

Comer con vistas al Mediterráneo

Los chiringuitos y los restaurantes al borde del Mediterráneo son los puntos predilectos de los amantes de la buena cocina en Ibiza. En Sant Josep de Sa Talaia está uno de los rincones gastronómicos de moda: Cala Jondal. Se trata del exclusivo espacio que rubrica el chef Rafa Zafra en la isla pitiusa. Un chiringuito volcado con el producto de cercanía y alta cocina informal para comer descalzos pisando la arena.


David Grussaute, chef de Unic, en Ibiza

Muy cerca, en el mismo municipio ibicenco, está el Hotel Unic. Su restaurante homónimo está también volcado con las materias primas de la isla: el ‘porc negre’ o la sobrasada de pato, por ejemplo, pero también los frutos que obtiene del mar como la gamba roja o la posidonia que recolecta manualmente. David Grussaute es el chef de origen francés que está al frente de este proyecto.

La isla ha estrenado este verano alguna novedad reseñable como Lado. Es el nuevo ‘place to be’ de la exclusiva Marina Botafoch, uno de los dos puertos de Ibiza y punto de encuentro. Firma su propuesta el chef Ángel Zapata –una estrella Michelin en Barrafina, en Londres– con dos capítulos destacados: platos calientes y cocina cruda.

Así llegan a la mesa pescados de lonja, que se pueden tomar a la plancha, fritos o al vapor, como el gallo de San Pedro, el lenguado o el calamar; a ellos se unen la langosta –en un arroz al más puro estilo de la isla– o almejas de Carril abiertas con jerez. La brasa está presente en la carta con la mencionada langosta, las gambas rojas, el lagarto ibérico o la ‘txuleta’ de vaca madurada. En el apartado de crudos, ofrecen elaboraciones como el tartar de carabinero y erizo, el carpaccio de chuletón de atún o las ostras Gillardeau n. o 2 con cava y caviar.