El doble empuje que supone para las finanzas de las empresas la inflación y el abrupto aumento de los tipos de interés del último año tiene un efecto sustancial en términos de encarecimiento de los costos de producción por un lado y de los costos de financiación por otro. Pero en ambos casos la tendencia implica un estrechamiento de los márgenes que sobre todo afecta a las pequeñas y medianas empresascon mayores dificultades para amortizar el impacto de las subidas de precios y con menor capacidad para captar financiación.
Así lo advierte el principal empleador español de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, que señala en su Observatorio de Morosidad Correspondiente al primer trimestre de 2023 que las empresas con menos de 250 trabajadores acumulan una deuda comercial de 200.000 millones de euros en este periodo a facturas impagadas. O lo que es lo mismo, hasta la fecha hay 200.000 millones menos de liquidez para el tejido priductivo por los pagos a plazo.
Sin embargo, aunque la deuda comercial es ya un 19,2% mayor que hace un año, si se observa el coste que las empresas asumen para finanzas de la misma se aprecia como se ha casi duplicado en los últimos doce meses, teniendo en cuenta tanto la financiación anticipada y configurada a plazo como la morosa. Según advierte Cepyme, estos intereses su a dia de hoy a 97.5% alcaldes y supone 2.649 millones de euros. Desde 2011 las pymes no sufrían un costo tan elevado para financiar su deuda comercial.
Así, la deuda comercial que surge con las ventas y el costo financiero de la misma constituye un costo siempre presente en las empresas de todos los tamaños. Una parte de esa deuda comercial, sin embargo, no se cobra en los plazos previstos. Es un parte morosa de la deuda comercial asume un costo adicional. Por lo tanto, el coste financiero de la deuda comercial es la suma de esos dos componentes: el normal y el moroso.
El costo financiero de la deuda comercial depende del volumen de la misma y del tipo de interés. Al mismo tiempo, la deuda comercial tiende a experimentar junto con el mayor nivel de actividad, por el mayor volumen de ventas que conlleva. Desde la segunda mitad de 2021, el incremento de la inflación añade un incremento extra a la deuda comercial, por la subida de los precios.
Mientras que el costo financiero normal de la deuda comercial rosa para el total de pymes un poco más de 1.301 millones de euros en el primer trimestre de 2023 en datos anualizados, siendo el mayor desde marzo de 2012 con un 202% de aumento interanualel costo financiero de MásA tuvo un incremento de más contenido porque, tanto para las empresas pequeñas como para las medianas los plazos de pago se redujeron (aunque ese no fue el caso de las microempresas). Para el conjunto de pymes, el coste de la mora, en términos anualizados, asciende a 1.348 millones de euros en el primer trimestre, 48,2% más de un año antes.
Para reducir el periodo medio de pago
El Observatorio elaborado desde Cepyme también destaca que se sigue reduciendo el periodo medio de pago (PMP) de las empresas, pesa al repunte estacional del primer trimestre del año a 82,1 días, aunque supone el plazo medio más breve para ese período desde 2015. En concreto, la cifra se sitúa 2,4 días por debajo de la registrada en el mismo período del año anterior.
Desde la patronal advierten de que las persistentes subidas de tipos y el encarecimiento de la finanzas puede afectar a la morosidad de las empresas con el incremento del coste de deuda comercial. El responsable de los estudios Cepyme y autor del estudio, Diego Barceló, asegura que en el Índice de Morosidad en las Facturas de Ventas a Plazos (IMFVP), que en el primer trimestre tiene su cuarto incremento interanual consecutivo, ve “un aspecto preocupante”, sobre todo de “cara al futuro”. “Nos está diciendo que la gente ha comprado a plazo, está teniendo dificultades para pagar. Y de seguir así, se tiene que trasladar al conjunto de morosidad”, analiza.
En el primer trimestre de 2023, de los 19 grupos de actividades considerados, 17 tendrán aumento interanual en el IMFVP. Las excepciones fueron las ramas del transporte y de la distribución de alimentos. Los mayores incrementos en este índice se han encontrado en la construcción (168,6 puntos) y materiales de construcción (136,8), que sus las únicas recogieron que superan en más de un 30% la media nacional.
Cepyme destaca también que las condiciones económicas externas como la inflación, la restricción de crédito y el alza de precios ha llevado a las tesorerías de las empresas a emprender “une gestión prudente” para afrontar “mayores gastos financiers”.
La industria aumenta la morosidad
Por tamaño empresarial, el periodo de pago incrementó en las microempresas (+3,9 días), registrando un aumento en seis de los últimos siete trimestres. Y en las grandes corporaciones, con un alza de 27,9 jornadas. Mientras, la cifra se reduce en las pymes, las que lograron una mayor reducción del periodo de morosidad, con 5,8 días menos respecto al mismo periodo del año anterior.
Por sectores, el plazo de liquidación de las deudas comerciales sufrido en el industria (+31 días) y bajó en servicios (-15,9), construcción (-1,4) y agroalimentación (-3,8). La subida en este sector, explica el informe, se debe sobre todo a un movimiento del PMP de la rama de electricidad, gas y agua. “Si se exclusyera dicho subsector, la industria tendrá una reducción de su periodo de pago de casi un día”, detalle. La reducción de la morosidad más pronunciada, se observó en el sector de servicios, y contribuyó a la evolución de la rama del comercio minorista y venta de vehículos, es decir, anotó los menores plazos a partir de 2007.