El Gobierno central «no» encuentra «objeción» a la catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) la conocida como Pirámide de los Italianos, el mausoleo situado en el Puerto del Escudo (Burgos) inaugurado en 1939 para homenajear a los italianos caídos durante la Guerra Civil. Así lo ha asegurado este lunes el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, una vez acabado el plazo para recibir las alegaciones al expediente abierto para la catalogación de monumento ubicado al norte de la provincia de Burgos.
Según ha señalado Santonja, han recibido cinco escritos, de los que tres se muestran «muy favorables» a que la Pirámide de los Italianos sea elevado a BIC, otro de un particular en «contra» y uno más que es un «documento» remitido por el Gobierno de España, en concreto desde el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Este último, firmado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, «no se opone» a la declaración de BIC, ha señalado el consejero.
Según ha explicado Santonja en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno -el primero tras el receso estival-, el departamento de Félix Bolaños «únicamente plantea dos cuestiones». Por un lado, «aclarar» la titularidad del bien, y, por otro, dilucidar también el destino final al que se dedicará la Pirámide de los Italianos, cuestión sobre la que el consejero ha avanzado que lo abordarán con los ayuntamientos burgaleses de la zona.
Según ha dicho el consejero, en el último párrafo del documento remitido por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática apunta que «no tiene ninguna objeción a que se declare estatuto de protección que pudiera corresponder al inmueble». Si bien matiza que «tras la titularidad del bien» y precisa que «el mantenimiento de elementos contrarios a la Ley de Memoria Democrática», como es el caso por tratarse de un mausoleo franquista para acoger los cadáveres de los italianos que participaron en la batalla de Santander en 1939, «debe introducir los elementos necesarios para reinterpretar el edificio conforme al artículo 36 de la Ley».
«Pero no hay oposición a la declaración» de Bien de Interés Cultura, ha incidido Santonja. La Junta tiene un plazo de 24 meses desde que arrancó el proceso para responder a las alegaciones, aunque «no» lo agotará, ha apuntado el consejero respecto a un expediente que comenzó su tramitación tras la petición de esta figura de protección solicitada por procuradores de Vox y que «llegó muy bien argumentada», señaló el consejero en el arranque del proceso. El 7 de marzo se solicitaron informes a tres instituciones culturales, entre ellas la Universidad de Burgos, y se abrió el plazo de alegaciones, ahora ya cerrado.