El adis de la Reina Letizia a la Infanta Sofa y la Princesa Leonor, cmo gestionar el sndrome del nido vaco

El adis de la Reina Letizia a la Infanta Sofa y la Princesa Leonor, cmo gestionar el sndrome del nido vaco

En apenas dos semanas la Reina Letizia ha tenido que decir adis a sus dos hijas. Primero, a la Princesa Leonor, de la que se despidi con un fuerte abrazo cuando sta ingres en la Academia de Zaragoza para comenzar los tres aos de instruccin militar que la convertirn en la capitana general de las Fuerzas Armadas y la mantendrn separada de su familia.

Sin tiempo casi para procesar la despedida ha llegado el momento de separarse tambin de la Infanta Sofa, que comienza su bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido), como ya hiciera su hermana.

No es la primera vez que la Reina Letizia ve partir a sus hijas, pero s es la nica ocasin en que las dos se han ido de casa al mismo tiempo. El nido se queda vaco. Es una situacin por la que cada da pasan miles de mujeres, y que siempre les deja huella, en mayor o menor medida. Acostumbradas a lidiar con una casa llena de gente, a gestionar su tiempo para llegar a todo y a ejercer como madre protectora y gua, se enfrentan de golpe a una nueva etapa, “un nuevo ciclo vital al que al principio es difcil adaptarse y que puede generar mucha ansiedad e incluso sntomas depresivos”, explica la psicloga Laura Palomares, directora de Avance psiclogos.

Los hijos se van para los dos, el padre y la madre, pero el sndrome del nido vaco afecta mucho ms a las mujeres, “porque culturalmente nosotras hemos asumido el papel cuidador”, seala Laura Palomares. “En algunas familias esto est cambiando y el padre es quien tiene ms tiempo para la atencin de los nios, en estos casos tambin ellos pueden vivir los mismos sntomas, pero suelen ser las mujeres quienes ms valoran la crianza y educacin de sus hijos, como parte fundamental de su autoconcepto y desarrollo personal”.

En su consulta se ha encontrado con “muchas pasando por este momento y una fuerte depresin, a menudo sin saber exactamente qu les estaba sucediendo. Incluso en algunos casos exista un enfado reprimido con los hijos por haberse independizado, que aada a este proceso un fuerte sentimiento de culpa”, asegura Laura Palomares.

Con el tiempo, entender lo que les estaba ocurriendo les ayud a enfocarlo desde otro lado. “Darse cuenta de que el vnculo con los hijos nunca pierde sentido y que va mucho ms all de lo que se hace por ellos y de la cercana fsica es un paso fundamental en la terapia. Esto significa aprender que la conexin con los dems no es ‘hacer’ constantemente por y para ellos, sino sencillamente ‘estar’ con ellos, acompaarles desde la distancia necesaria en cada etapa de sus vidas, sin olvidar la propia y lo importantes que somos”, afirma la psicloga.

Algo ms que echar de menos

Cules son los sntomas del sndrome del nido vaco y cmo podemos distinguirlos de la simple tristeza o el sentimiento normal de echar de menos a un hijo?, preguntamos a los expertos. “Un bajo estado denimo, la prdida de sentido de vida, desmotivacin, desgana, falta de ilusin, ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueo o de la alimentacin y una severa bajada de la autoestima”, contesta Laura Palomares. “Con cada nueva etapa o nuevo ciclo vital se afrontan cambios a los que al principio es difcil adaptarse, pero es cuando los sntomas depresivos o de ansiedad se mantienen en el tiempo cuando debemos preocuparnos y actuar. Las seales que nos permiten reconocerlo son los cambios bruscos de humor, la tristeza, estar ms irascible de lo normal e incluso llorar de forma imprevisible, la desmotivacin y la desesperanza, pero con ms atencin tenemos que observar las relacionadas con la autoestima y el sentido de vida”, describe.

Tambin hay un perfil ms propenso a sufrir este sndrome, el de una mujer entorno a los 50 aos. “Porque a esa edad este proceso se ve acompaado de los cambios asociados a la menopausia. El nido vaco no es solo el duelo o sentimiento de prdida de un modo de vida y de la convivencia con los hijos, es tambin el duelo por una etapa de vida que se aleja de la juventud. Se trata de una fuerte crisis de identidad relacionada con el autoconcepto y la autoestima. A menudo quien lo sufre cree que ya no es importante porque ya no es necesitada”, explica Laura Palomares.

Adems de creencias relacionadas con la edad, como que somos menos tiles e importantes segn envejecemos, detrs de este sndrome tambin se esconden “rasgos de personalidad excesivamente autoexigentes y la forma de entender el vnculo con los hijos como estar presente fsicamente casi todo el tiempo”, asegura la psicloga. Cuando estos factores se conjugan es fcil estancarse y tener dificultades para afrontar una nueva etapa.

GTRES

Como la Reina Letizia, M.P. (60 aos), vio como su nico hijo se marchaba a vivir a Mlaga y cmo ella, viuda, se quedaba sola en una casa ‘vaca’. La tristeza la aisl por completo, no sala de su vivienda, no encenda el televisor y apenas contestaba las llamadas de telfono de los amigos, incluso coma slo lo que encontraba en la despensa, nada de productos frescos. El punto de inflexin lleg el da en que se sinti enferma y se vio sola e incapaz de coger el telfono para pedir ayuda; crea que iba a morir sin que nadie se enterara y se asust tanto que reuni fuerzas para llamar a una amiga, quien la empuj a ponerse en manos de una psicloga. “Acept la terapia debido al gran susto que se haba dado, quera reponerse, estar animada y retomar su vida social”, explica Isabel Aranda, psicloga sanitaria, Chief Content Officer de TherapyChat y quien la ayud a salir del bache. “Despus de tres meses haba recuperado sus rutinas al 70%, quedaba a comer con las amigas, practicaba natacin, sala a encargar la compra y, llamaba a su hijo tres veces por semana, segn han acordado entre ellos. Y tras cinco meses de terapia psicolgica, ha ido a visitar a su hijo y ha recuperado su actividad normal. Y, muy importante, ha establecido con su hijo un plan de comunicacin: llamadas y visitas con las que ambos estn de acuerdo”, asegura Isabel.

Un proceso de duelo

“El sndrome del nido vaco puede entenderse como un proceso de duelo que no llega a tener entidad clnica en la mayora de los casos, una respuesta natural a una prdida, en este caso la presencia del hijo, de los roles familiares, de las rutinas diarias y del bullicio de la convivencia“, dice Aranda. Como tal, suele involucrar varias etapas: “La negacin, la ira, la negociacin, la tristeza y, finalmente, la aceptacin, segn defini la psiquiatra y escritora Elisabeth Kbler-Ross, una de las mayores expertas mundiales en la muerte. A medida que los padres se ajustan a la nueva realidad de tener un ‘nido vaco’, es posible que experimenten emociones similares a las del duelo, ya que estn enfrentando un cambio significativo en sus vidas y en sus relaciones familiares“.

Con todo, mientras unos padres lidian con estos sentimientos de tristeza, que pueden durar hasta un ao, otros se adaptan rpidamente y encuentran nuevas formas de disfrutar de su tiempo y su vida sin los hijos en casa. “La duracin e intensidad de este sndrome pueden variar ampliamente. Algunos padres incluso experimentan una sensacin de alivio o emociones positivas al tener ms independencia, tiempo y libertad para s mismos. Cuando ambos permanecen juntos, el sndrome es ms llevadero, porque mutuamente se hacen compaa“, apunta Isabel Aranda.

Para Mari Luz -autora del canal de YouTube @unade50, consejos para cincuentstik@s como ella- tambin fue ms fcil al contar con Luis, su marido, porque hacen muchas cosas juntos. Tiene dos hijos y estaba acostumbrada a que uno de ellos estuviera fuera de casa, pero no los dos al mismo tiempo. “Mi marido y yo estamos superbien, pero ese vaco que te queda… Mis hijos no son de estar todo el tiempo encima, pero lo tpico, de un plumazo todo se va. Si yo no estuviera con Luis se me caera el mundo encima”.

Qu hacemos para prevenirlo?

La clave para no dejarnos arrastrar por el sndrome del nido vaco est en “adelantarse, y no olvidar que antes que madres o parejas somos personas, por lo que nuestras metas y objetivos en el da a da no deben estar relacionados nicamente con las necesidades de los dems”, asegura Laura Palomares. “Somos mucho ms que un rol o lo que hacemos, y realizar todas aquellas actividades que nos aportan y nos hacen sentir bien es fundamental para afrontar cualquier cambio de manera resiliente. Tener nuestros propios objetivos e inquietudes, manteniendo un horario que nos permita equilibrar trabajo con ocio y tiempo libre, es fundamental, igual que mantener la inquietud por aprender y desarrollar los aspectos que verdaderamente nos hacen sentir bien”.

Adems, ayuda anticiparse a la partida de los hijos planificando cmo vamos a ocupar el tiempo y la energa. “Esto puede incluir la participacin en actividades que te gusten, la exploracin de nuevos pasatiempos o la bsqueda de oportunidades de voluntariado”, dice Isabel Aranda. Tambin hay que encontrar placer en pasar tiempo a solas: “Practicar la autoreflexin y el autocuidado, aprender a disfrutar de tu propia compaa puede hacer que la transicin sea ms fcil”, afirma la psicloga.

Cmo ayudamos a una persona con el sndrome del nido vaco?

Apoyo social, actividad y atencin profesional” son las tres claves para salir de este proceso cuando se convierte en un problema, asegura Isabel Aranda. “Recibir este apoyo puede marcar una gran diferencia en la intensidad y duracin de los sentimientos de prdida”. Adems del tratamiento psicolgico, Aranda enumera algunas de las formas en que podemos ayudar a una persona afectada por el sndrome del nido vaco:

  1. Escucha y valida sus sentimientos. Asegrate de escuchar empticamente y valida sus emociones, sin restarles importancia, sino respetando sus sentimientos de tristeza, soledad o abandono.
  2. Ofrece compaa. Pasa tiempo con la persona y demustrale que te importa. Planificar actividades juntos o conversar puede ayudar a reducir la sensacin de soledad.
  3. Fomenta nuevas actividades e intereses. Anima a la persona a explorar nuevos pasatiempos, actividades o intereses que puedan llenar su tiempo y proporcionarles una sensacin de logro y satisfaccin.
  4. Facilita la ampliacin de su crculo social. Conociendo nuevas personas y, tal vez, compartiendo nuevas actividades.
  5. Mantn la comunicacin. Un contacto regular a travs de llamadas telefnicas, mensajes de texto o videollamadas puede ayudar a mantener una conexin cercana, aunque se est separado fsicamente.
  6. Planifica reuniones familiares o encuentros. Organiza ocasiones en las que la familia pueda reunirse y pasar tiempo juntos. Aliviar la sensacin de prdida y mantendr los lazos familiares.
  7. Brinda apoyo emocional. Anima a la persona a expresar sus emociones y hablar abiertamente sobre cmo se siente, simplemente tener a alguien con quien hablar puede ser reconfortante.
  8. S paciente. Reconoce que ajustarse a la nueva dinmica puede llevar tiempo. S paciente y brinda apoyo continuo a lo largo del proceso.
  9. Comparte tus propias experiencias. Si has pasado por una situacin similar, compartirla y contar cmo has afrontado los desafos puede ser alentador.
  10. Fomenta la autoestima y el autocuidado. Ayuda a la persona a enfocarse en su bienestar emocional y fsico. Anmala a cuidar de s misma, practicar el autocuidado y buscar actividades que le brinden alegra y satisfaccin.
  11. Fomenta encuentros peridicos con los hijos. Si no es posible fsicamente, por videollamada y de forma asidua.
  12. Promueve la bsqueda de ayuda profesional. Si la persona est luchando contra los sentimientos asociados al sndrome del nido vaco sin xito, convendra buscar los servicios de un profesional de la salud mental que le ayude a integrar sus sentimientos y enfrentar la nueva etapa de su vida.

Adems, “practicar cualquier actividad fsica regular o deporte que nos genere endorfinas puede ayudarnos a mejorar nuestro nimo”. Y tambin dos sencillos ejercicios de Psicologa Positiva: “Escribir una carta a nuestros hijos expresando lo que le echamos de menos y llevar un diario donde contar nuestros sentimientos”, aade Aranda.

Cundo llega el momento de acudir a un psiclogo?

El apoyo social de amigos y familiares es muy til para lidiar con la soledad, pero en qu momento tenemos que pensar que solos no podemos afrontarla? “Si vemos que los sntomas depresivos se mantienen y con ello la angustia y la baja autoestima. La terapia ser un espacio seguro y de acompaamiento donde adaptarnos al nuevo momento vital”, responde Laura Palomares. “Buscar atencin profesional psicolgica no implica debilidad; al contrario, muestra fortaleza”, insiste Isabel Aranda, que enumera de seales de alerta:

  • Intensidad y duracin de los sntomas. Si experimentas sentimientos abrumadores de tristeza, ansiedad, depresin o soledad que persisten durante un perodo prolongado y comienzan a afectar significativamente tu calidad de vida y funcionamiento diario.
  • Dificultad para realizar actividades cotidianas. Si tienes dificultades para llevar a cabo tareas y actividades que antes disfrutabas, como mantener relaciones sociales, cuidar de ti mismo o cumplir con tus responsabilidades laborales.
  • Aislamiento social. Si te encuentras aislndote socialmente, evitando el contacto con amigos y familiares, o si sientes que no tienes a nadie con quien hablar sobre tus sentimientos.
  • Cambios en el comportamiento. Si has notado cambios significativos en tu comportamiento, como aumento del consumo de alcohol o drogas, comida, dulces, cambios en los patrones de sueo o alimentacin, o cambios en tu estado de nimo general.
  • Dificultad para funcionar en las relaciones. Si el sndrome del nido vaco est afectando negativamente a tus relaciones con tu pareja, familiares o amigos.
  • Pensamientos suicidas. Si ests experimentando pensamientos o deseos suicidas, es importante buscar ayuda de inmediato, comunicndote con una lnea de prevencin del suicidio o acudiendo a un profesional de la salud.